En la noche

BIENVENIDOS A MI BLOG

Como pueden imaginarse, este blog es una extensión de lo que soy, asi que habrá risas a montones, momentos de reflexión, aportes, cuentos sobre todas mis vivencias, pasadas - presentes y espero que las futuras que se hagan presentes, jajajajajaja, esto del tiempo es muy relativo !.

Espero que les guste, que les ayude y que se animen a participar, hagan comentarios o escríbanme a mi dirección de correo (HgVivencias@gmail.com), para intercambiar ideas, hacer preguntas, para que sigamos creciendo como personas, como parte de todo este maravilloso universo.

Gracias a mis seguidores !!!!, gracias a todos los que ya han comentado !!!, en el blog o en mi correo o personalmente, es realmente muy agradable recibir sus comentarios positivos.

!BIENVENIDOS TODOS!.


sábado, 21 de mayo de 2011

Larguitus Patinus

Este es el primer niño en esta colección que me mantiene entusiasmada, inspirada, feliz !.


Larguitus es un jovencito emocionante y lleno vida; su cuerpo es muy flexible (sus piernas llegan a su cabeza); tiene las piernas cortas pues no le gusta hacer ejercicio; tiene infinidad de ideas en su mente, sus cejas reflejan lo mucho que piensa y analiza las cosas; sus brazos son largos pues le encanta abrazar, abraza a los que ama, a los amigos, a la vida, al futuro.








Hacer a Larguitus fue toda una aventura emocionante y me siento muy satisfecha con el resultado. Espero que les guste.

Hasta mi próxima aventura,
Hg


viernes, 20 de mayo de 2011

Recuerdo de un Marlin

Aquí les dejo está pieza solicitada por un cliente que de más está decirles quedó ! FASCINADO !.... la cara de sorpresa cuando vió la pieza terminada lo dijo todo, pero como si eso no bastara, el caballero añadió un "me quito el sombrero"..... creo que realmente no esperó nunca la solución dada, finalmente confesó que se había imaginado un hilo simple sujetando el hueso.


 
La pieza fue elaborada en cobre con acabado de pátina.

Una excelente vivencia.

Hg

sábado, 14 de mayo de 2011

Que bueno es pasar un día en el taller

Por fin he tenido dos días libres y decidí pasarlos enteramente en el taller, trabajando en la colección "Niños", una serie de piezas inspiradas en los dibujos que hacen los pequeños sobre si mismos u otros, pensando en cómo estos pequeños seres se desarrollan, aprenden, crecen, procesan la información de todo lo que les rodea y cómo responden ante ese mundo que los involucra.

Con la falta de tiempo que tengo en esta etapa de mi camino, cada segundo en el taller es invalorable así que para mi propia sorpresa logré concentrarme y adelantar unas cuantas de las piezas, pronto las publicaré. No hubo ningún "ahora sigo" mientras colocaba una pieza a un lado para tomar un sorbo de café, jajajajajaja, pase ambos dias y ni un sorbo de café.... ! insólito !.

El caso es que apenas hace dos semanas que no me paso largos ratos en el taller pero a mi me parece que han sido meses sin pasar por allí. ! Cómo lo extraño !. Sin embargo, lo bueno de este asunto, de esta experiencia por la que paso ha sido el poder valorar cada segundo que tengo disponible para estar en el taller o utilizando las herramientas, creando alguna pieza, pensando en la siguiente cosa por hacer; estos dos días le he sacado el jugo a cada segundo, cada momento fue especialmente marcado por un avance, ! GENIAL !, ha sido absolutamente genial. La mayor parte de las soldaduras, a la primera; las pátinas quedaron perfectas, a cada momento que pasaba podía sentir ese avance en las piezas que estaba trabajando simultáneamente. !QUE SATISFACCION !

Justo ahora mientras escribo me doy cuenta de que todo me fue casi perfecto, para no decir perfecto del todo y después de analizar el tiempo invertido debo reconocer que este desarrollo se debío principalmente a que nada más llegar me tomé unos momentos para pensar qué iba a hacer, cómo lo iba a hacer, seleccionar todas las herramientas que necesitaría para lograrlo y colocar todo sobre la mesa para que estuviese disponible y no perder ni un segundo en levantarme a buscar nada. !FUNCIONO!. Al tenerlo todo a mano no necesite distraerme ni perdí la concentración sobre lo que me ocupaba, !así es como debo trabajar siempre!; verdaderamente lo que más tiempo me quita es tener que levantarme a buscar un alicate o a decapar.... en ese segundo el café hace su entrada y por supuesto estoy más dispuesta a conversar con alguien más, en estos dos dias casi ni hablé... ! no lo puedo creer !.




El resultado, tres piezas terminadas ..... jajajajajajajaja; tres más en proceso y los diseños de las siguientes un poco más definidos.


La vivencia ha sido muy educativa y sobretodo productiva.


Hg.

domingo, 8 de mayo de 2011

Hablando de masajes

El masaje, otra de mis pasiones, me impulsa a escribir hoy, motivada por la ilusión de un clienta que al verme en el Spa sólo pudo decir rapidamente "Hola!, bienvenida, quiero un masaje" y puso cara de tristeza cuando le informaron que mi presencia allí no era como masajista sino como administradora...... Han pasado cuatro años y pico desde la última vez que esta señora disfruto de un masaje bajo mis manos y aún recuerda lo bien que se siente  recibirlo.

 Siempre me ha gustado tocar, ya se los he dicho, soy TOCONA, en el buen sentido por supuesto; soy ese tipo de personas que no puede decir "Hola" desde lejos sin tocarte la mano o el brazo, no puedo verte cabizbajo sin que mi brazo se extienda para posar la mano en tu hombro aunque no tenga nada que decir; me despido frotando tu espalda y me encanta relajarte el cuello cuando no te puedes mover con libertad. En fin, creo que el ser masajista era parte de mi Karma aún antes de que yo me diera cuenta de ello.


Recuerdo perfectamente cuando comenté por primera vez que quería ser masajista, debía de tener algo así como 15 años y a mi madre casi le da un infarto; por supuesto que puso el grito en el cielo, se suponía que yo estudiaria administración de empresas o algo así, para manejar los otrora florescientes negocios paternos..... pero yo, ! YO !, siempre rebelde tenía otros deseos, otro camino por recorrer.

En fin, hice mil actividades hasta que hace unos 15 años comence a moverme por el camino del masaje, comencé a estudiar sobre el tema y a especializarme. De inmediato fue un éxito, definitivamente estaba destinada a esto.


A mi mente vienen miles de imágenes de las personas que al levantarse de la camilla estaban cambiadas, ya podían erguirse sin dolor, caminar sin cojear o tambalearse, agacharse tranquilamente, con rostros relajados y felices que demostraban la calidad del trabajo realizado. Recuerdo una vez que una vecina del edificio se atrevió a tocar la puerta de casa para preguntarme si yo leia las cartas o hacia algún tipo de brujería porque la gente llegaba como triste, cabizbaja pero salían felices, jajajajajajajaja, ¿qué les puedo decir?, primero sufri el shock de enterarme que mi vecina estaba muy pendiente de quienes y cómo entraban en mi casa y luego el ataque de risa de ver todo lo que la gente se imagina.

Tambien recuerdo a una  médico obstetra cuyas pacientes yo atendía unas horas después de la cesárea; un día me tope con ella al entrar en la habítación de su paciente y me presentó como "!llegó manos mágicas!, te quitará todos los dolores en un momento", mientras la paciente ponía cara de terror y me decía "me hicieron cesárea, ¿donde me darás el masaje? ¿es en el abdomen?" para luego de 45 minutos de trabajo decirme "¿te puedes quedar un poco más?, se siente tan bien!"

En otra oportunidad un médico que sufría terribles dolores musculares en sus piernas, me preguntó que si yo rezaba mientras trabaja en sus piernas, porque me veía muy concentrada y los dolores pasaban casi de inmediato.

Pero hay un comentario, una vivencia en especial que aún se mantiene en mi mente como si lo hubiese vivido ayer. En una de las clínicas donde trabajaba traté a una señora joven que estaba muy enferma, había perdido a su bebe y las cosas se complicaron al extremo, estaba recien operada de un problema en el higado y yo le había dado dos masajes con la finalidad de retirar todo el líquido presente en el tejido y movilizarlo aliviando la congestión y el dolor. Al tercer día, cuando entro en la habitación la muchacha volteó su rostro para verme y extendió sus manos hacia mi mientras me decía que no le diera el masaje, que solo pusiera mis manos en su herida porque mis manos le quitaban el dolor. Asi lo hice y dejé mis manos en su abdomen un buen rato, hasta que ella se quedó profundamente dormida. Al salir su esposo me dió las gracias y me contó que durante la noche no pudo dormir por los dolores y que lo que la mantuvo tranquila fue pensar que a primera hora de la mañana yo llegaría a verla.

Son tantas las anécdotas, tantos los recuerdos, tantas las satisfacciones que tengo como para escribir un libro.



La realidad es que el trabajo de masajista requiere mucho estudio serio, mucho interés por ayudar a los demás, mucho amor por la profesión, muchísima dedicación y sobretodo muchísimo respeto por nosotros como profesionales y por los clientes a quienes atendemos. Hay que desarrollar esa capacidad especial de "leer" el cuerpo que se está tocando, de comprender lo que sucede en la mente, en el cuerpo y en el espíritu de quien está acostado bajo nuestras manos para poder brindar la ayuda que se requiere.
A todos aquellos que me han permitido ayudarles van mis gracias más sinceras, el aprendizaje fue invaluable, el crecimiento personal inmenso.

Esta profesión fue, es y espero que siga siendo una vivencia especial.

Hg
Mayo 08, 2011

jueves, 5 de mayo de 2011

Los estragos de la edad

Qué puedo decir ?!

A mi mente vienen los recuerdos de cuando mi abuela me decía que no podía hacer carreras conmigo porque estaba vieja o cuando mi madre, excelente modista, se enfurecía consigo misma porque necesitaba la lupa para enhebrar una aguja o cuando mi tía Angelita otrora llena de risas y movimiento se encontraba sentada en el sillón, bañada en sudor con calores que nadie más podia sentir y con un humor algo complicado...Demás está decirles que yo con 15 o 20 años simplemente me reía sin comprender que aquello podía pasarle a alguien dinámico y fuerte.

¿Qué descuido imperdonable habían tenído estas mujeres para enfrentar la edad con tan poco optimismo y fuerza? ¿Por qué me encontraba yo, vibrante joven, llena de energía, conectada con estas mujeres que solo se quejaban de la edad?. ¿Porqué extraña circunstancia estos ancestros femeninos no se sentían felices de tener más experiencia, más edad, más vivencias acumuladas?

Por supuesto recordar esto en este momento y lugar trae a mi mente aquello de "no escupas para arriba....." o lo de "a cada cochino le llega su sábado" y por supuesto a pesar de las experiencias sigo sin entender o en este momento diria aceptar, que todos esos "no puedo", "no tengo fuerzas", "espera que se me  pase el sofocón" y demás comentarios saldrían de mi  boca algún día. Peeeeeerooooooo me llegó el sábado y sin poder hacer nada al respecto las frases se deslizaron lenta e impasiblemente de mis recuerdos a mi presente, saliendo por mi boca o torturándome desde mi conciencia.

No se si les suene familiar pero mi poco sobrepeso se siente como camión de concreto en mis tobillos y rodillas; mi columna que en algún momento me permitió hacer hermosas acrobacias sobre el plinto o la colchoneta no acepta ni que me agache con lo cual cada vez que tengo que recoger lo que se me cae de las manos, debo analizar minuciosamente el valor de lo caido o la peligrosidad del lugar donde cayó, por aquello de que lo pise y termine acostada sobre el piso sin poder ni respirar..... Les agradezco no reirse a carcajadas, aunque recordando lo que yo le decia a mi progenitora, merezco que se rian hasta más no poder y además me lo hagan saber, así limpiaría mi karma....

Pero desde luego, los sofocones son ....... ¿cómo describirlos?....., no hay palabras. Hace unos pocos años atrás podría describirme como una chica exquisita (por lo sifrina, fresita, delicada o como lo quieran decir) que requeria de dos baños al día para limpiar el cuerpo de aquel elemento natural que nos permie entre otras cosas controlar el calor corporal, hoy, muy a mi pesar, no puedo vestirme con la ducha, no puedo vivir dentro de ella, no puedo cargarla conmigo todo el dia y lo único que me queda es aceptar el sofocón y respirar profundo hasta que pasa.

Aquellos dias en los cuales alguien iniciara la frase de  "vamos a la montaña a caminar" y yo tener la puerta de salida abierta antes de que la frase se terminara han quedado en el pasado que no volverá.... ahora ante la sola idea de pensar en caminar hacia arriba por una cuesta de 20 grados de inclinación me lleva unas horas de aceptación y una pelea interna entre mi cerebro, mis rodillas, mis pulmones y por supuesto LAS HORMONAS!. Jajajajajajaja!.... exagerando un poquitín nada más.

Y que les puedo contar de la cantidad de veces que por la falta de costumbre se quedan los lentes en casa..... tengo la sana intención de poder ver el menú del restaurante, leer los componentes del producto en el supermercado o ver lo que escribo en el computador peeeeerooooooo como diria mi abuela, sin lentes no veo tres en un burro y es aquí donde comienza el juego de acercar y alejar el objeto de lectura a ver si por un milagro en alguna distancia entre mi nariz y la punta de mis dedos con el brazo extendido hasta el dolor puedo distinguir alguna cosa. Como diria una amiga "ya no sirve ni la visión genital", jajajajajajajajaja.... la distancia de mi brazo no me permite leer ni letras grandes sin los lentes.

Por supuesto que he exagerado un poquitín, por aquello de "motivos drámaticos", pensando que tal vez con algo de suerte Steven Spielberg lea mi blog y decida hacer una maravillosa y genial película conmigo de protagonista. El caso es, que la edad se acumula dia tras dia y lo único que nos mantendrá saludables y dichosos es la buena alimentación, el ejercicio y sobretodo, el buen ánimo; lo que me recuerda que una de mis principales metas es.... !BAJAR DE PESO ! pues estoy convencidisima de que solo con esto, podré subir a la montaña de nuevo, a pesar de mis rodillas, jajajajaja.


Hasta la próxima aventura y !VIVA LA EDAD!....

Hg