Como ya les conté en la publicación anterior, por una orden del angelito malvado terminé comprando pestañas postizas; nunca había usado unas, así que decidí que no podía arriesgarme a que la parca me llevara en cualquier momento, sin aviso y sin que yo hubiese probado la experiencia de las pestañas postizas.
Ni corta ni perezosa, para el segundo disfraz de este Halloween 2011 decidí colocarme las pestañas postizas, largas, curvadas, multicolores.
Ya con mi disfraz de "GOTICA RELLENITA" me senté semi comodamente en una silla para que una genial y delicada compañera me "pegara" las pestañas postizas. Digo semi cómodamente porque entre los nervios, el susto, las espectativas y lo demás no me podía relajar como para hacer placentera la experiencia.
Primero que nada, mi compañera seguía riéndose de mi disfraz y como supondrán las manos se rien junto con el resto del cuerpo, asi que su pulso no era precisamente el que yo considero más apropiado para pegarme "aquellas cosas" ...... Por otro lado, hay que pegarlas con un pegamento similar a la goma blanca asi que yo no dejaba de preguntarme cómo iban a cumplir el cometido sin llenarme la retina de pega y que daños podría sufrir mi vista a causa de un día de sano disfrute.
En fin, entre el huracán de emociones que yo vivia llegó el momento de cerrar los ojos, la goma ya estaba en las pestañas y había que comenzar a colocarlas. Ahora si que comenzaba mi calvario, aquellas cosas eran y siguen siendo curvas y laaaaaaarrrgas por lo que aún con los ojos cerrados, las cosquillas eran practicamente una tortura. Ante el roce de los delicados dedos, lo frio de la pega y lo largo de las pestañas mis ojos comenzaron a llorar, mis emociones no intervenían para nada en aquel lloriqueo incesante, pero los lagrimones me caian por la mejilla sin poder controlarlos. Allí fue cuando comencé a escuchar el ataque de risa de todos mis compañeros, yo lloraba por unas pestañas y las pestañas me rechazaban con firmeza y por más que la chica intentaba pegar aquellas cosas, la humedad de mis lagrimales no se lo permitian. Después de muchas risas, lágrimas y espera, decidimos esperar a que se pegarán bien en el centro de la línea del parpado y cuando ya dejara de llorar, intentabamos pegar los extremos.........! Sin comentarios !, el centro de las pestañas estaba perfectamente pegado y los extramos perfectamente parados marcando una perfecta línea recta que me impedía abrir los ojos o dejar de llorar.
Más toallas para secar las lágrimas, más espera para que todo seque, más goma, más cosquillas y finalmente... tijeras para qué las quiero. Se cortó un buen pedazo del largo de las pestañas y vuelta a intentar....... finalmente, se pegaron, no perfectas pero al menos en relación armoniosa con mi piel.

Todo el mundo a mi alrededor soltó carcajadas incontrolables, todos querían ver cómo yo intentaba abrir los ojos sin éxito y más se rieron cuando me vieron desesperada alando los parpados en dirección opuesta..... no quiero ni pensar en las consecuencias sobre las líneas de expresión, debo haber adquirido unas cuantas "líneas" durante el proceso.
El sonido de las carcajadas de todos los asistentes al magnífico evento era ensordecedor, jajajajajaja, bueno, no tanto, solo exagero un poquitin por aquello de los efectos melodramáticos del asunto.
Después de despegar literalmente los parpados, cortar un poco las pestañas y practicar un poco, pude abrir los ojos y disfrutar del disfraz el resto del día.
!Un éxito !... definitivamente esta vivencia fue un éxito rotundo.
Hasta la próxima
Hg
No hay comentarios:
Publicar un comentario