En la noche

BIENVENIDOS A MI BLOG

Como pueden imaginarse, este blog es una extensión de lo que soy, asi que habrá risas a montones, momentos de reflexión, aportes, cuentos sobre todas mis vivencias, pasadas - presentes y espero que las futuras que se hagan presentes, jajajajajaja, esto del tiempo es muy relativo !.

Espero que les guste, que les ayude y que se animen a participar, hagan comentarios o escríbanme a mi dirección de correo (HgVivencias@gmail.com), para intercambiar ideas, hacer preguntas, para que sigamos creciendo como personas, como parte de todo este maravilloso universo.

Gracias a mis seguidores !!!!, gracias a todos los que ya han comentado !!!, en el blog o en mi correo o personalmente, es realmente muy agradable recibir sus comentarios positivos.

!BIENVENIDOS TODOS!.


viernes, 25 de enero de 2013

Mi práctica de yoga ! qué flexibilidad la mia !


Recuerdo aquellos hermosos años (entre mis 20 y  mis 35) en que tenía un cuerpazo, hacía mucho ejercicio, practicaba con frecuencia “streching postural” y me deslizaba por la vida espantándome a los chicos como con matamoscas, ganaba un dinero que me alcanzaba para lo que quería y que derrochaba a mis anchas, cuando quería, como quería y donde quería mientras mi madre me decía con una frecuencia asombrosa, que debía ahorrar para mi vejez, debía sentarme derecha para no sacar barriga ni lesionarme la columna y que era mejor acostarse temprano para que no se presentaran las arrugas. Una época en la que nada me daba miedo, pensaba que yo sola podía contra el mundo y que aquello de la gordura, los calores menopáusicos y los dolores articulares solo le pasaban a mi amada tía y a mi amada abuela (equivocación que se refleja en mi publicación de mayo del 2011 “Los estragos de la edad”).

Después de los 35 seguí disfrutándome mi vida como quise, solo que comencé a comer como si la comida se fuera a acabar y compartía más tiempo con mi pareja que en las actividades anteriores. Por supuesto, el cambio se vio en mi figura…..

Así poco a poco y concentrada en el día a día fueron pasando los años y llegué a la edad de las cuarentonas pasaditas… pisando los cincuenta….. Jajajajajajajaja… ¡Edad maravillosa!,  terminando en la era de las cincuentonas.

Pero seamos sinceras, para alguien que hizo mucho ejercicio, pasar más de 10 añitos haciendo la cuarta parte es simplemente ¡ FATAL ¡, la ingesta de las tan mencionadas y mal utilizadas calorías sigue igualita o aumentando, mezclada con un gasto de ellas que va en picada acelerada, todas, pero ABSOLUTAMENTE TODAS, se quedan depositadas en mis muslos, mis caderas, mi zona abdominal (para no decirle ordinariamente PANZA), y por supuesto en una zona antes hermosa, mis senos; para qué mencionar los brazos y “los rollitos” de la espalda, superior e inferior…… ¡Oh calorías ¡, ¿ será que no tienen otro lugar a donde marcharse ?.
!Claro!, como camino con frecuencia, siento que mi cuerpo sigue siendo el mismo, el espíritu sigue inalterado, sintiéndose de 20 hasta que se me ocurre comenzar a practicar yoga. ¡ Por Dios ¡, tenía muchas lunas sin hacer “Streching” y estúpidamente creí que nada había cambiado, hasta que escuché a mi agradable profesor decir “están es la posición del perro”, “eleven la pierna derecha”, “pasen la pierna derecha entre las manos”, “espalda recta y las palmas totalmente en el suelo” y yo….. ¿qué puedo decir?, me sobraban como 20 centímetros de “panza” y otros 10 centímetros de piernas para que mi muslo me permitiera colocar la palma de las manos en el suelo…… Por mi mente se deslizaban las frases de “cuando se me encogieron los brazos”, “cómo se me encogieron y no me di cuenta”, “debo ir al doctor”, mientras trataba por todos los medios de seguir respirando. No les puedo contar los momentos que pasé luchando en absoluto silencio, rezándole a todos los santos conocidos que acomodaran la masa sobrante para no pasar pena en el grupo y que mis manos llegaran al suelo, comenzaba a sentir que la pierna estirada no podía con “el exceso de estiramiento, el exceso de peso, el exceso de falta de ejercicio”…. mientras escuchaba “la posición debe ser siempre cómoda”… ¡COÑO!, ¿cómo se logra eso ???, ¿Dónde hay un cirujano plástico que me opere en este instante???. Por primera vez me sentí extra obesa y acepté que no quiero seguir así.

Finalmente, me di cuenta de que NADIE iba a reacomodar lo que sobraba, mis brazos no se alargarían hasta el suelo y discretamente, intentando que nadie lo notara, puse mi pie derecho lateral a la mano derecha, ¡JA!, ahora mis palmas tocaban el suelo y ya no sentía en absoluto los dedos de la pierna izquierda, jajajajajaja, estirada elegantemente hasta el punto de contractura. Ya podía respirar y sentir que mi espalda podía contracturarse cuando quisiera. ! JO ¡, ¡qué flexibilidad!. En ese momento escuché la frase que más me agrado “relájense, estiren la pierna hacia atrás y vuelvan a la posición del niño”…… por DIOS,  sobreviví a mi primer encuentro con esta postura, previa al “guerrero”, claro, si uno sobrevive a la batalla llegará a ser un gran guerrero…… en fin, colocada en la posición del niño ya podía respirar y trataba de relajarme hasta que escuché “vuelvan a los cuatro apoyos”, ¡casí me da algo!, vuelta a empezar la pelea con la masa sobrante y el estiramiento muscular mientras intento que el aire penetre en mis pulmones y el universo me nutra.

En fin, así fue pasando la clase entre una postura y otra, con ratitos de descanso en los que, desde la posición del niño soñaba con estirarme hasta “la muerta boca abajo”…. cosa que no pasaba ya que después de “el niño” viene alguna otra pose extraordinaria de estiramiento absoluto y respiraciones profundas en la que absolutamente todo mi cuerpo me reclama a gritos mi abandono total y me exige la pérdida de grasa corporal.

Definitivamente, lo que se hace en esta vida se paga en esta vida y el cuerpito me está pasando factura, reclamando por todas aquellas espectaculares parrillas, deliciosas tortillas de papas, exquisitos callos madrileños, buenas milanesas con papas fritas, hallacas navideñas, pan de jamón, quesos exquisitos y demás delicias unidas a la falta de ejercicio.

Seguiré en mi clase de yoga porque realmente me siento muy bien, tengo la esperanza de que lo que sobra sea eliminado y pueda disfrutar de cada postura como se debe, respirando con tranquilidad. Voy redescubriendo cada uno de mis músculos, los estoy recuperando a todos y por supuesto las articulaciones ya no me duelen tanto, mis respiración mejora y recupero la buena postura al sentarme y al caminar. Lo más impactante, prueba palpable de que el tiempo ha pasado, ya no me mato de risa por mis deficiencias, interrumpiendo a toda la clase con mis sonoras carcajadas, aunque me rio a montones dentro de mi, hay que tomarlo muy seriamente y con alegría ¡ digo yo ¡.

Yoga … ¡ Excelente vivencia !

Hg

1 comentario:

kay dijo...

Bueno chevere por lo encontrado, pero en algún lado la cosa suena como que si eliminas la pareja se van algunos kilitos, CLAROOOOO que siiiiii, peeeeeeeeeeeero se van los de la pareja, solo esos, los otros siiiiiiiguen, MOSCA PUES......