Como sucede en todas las profesiones, en esta que me ocupa
me encuentro con colegas de todo tipo, con seres humanos de todas las calidades
con niveles diferentes de creatividad, con experiencias diferentes, con
mensajes distintos para mi y para todos. Así es como Nat entró en mi vida, así
es como comenzamos a compartir un camino que hasta ahora me ha traído muchas
satisfacciones.
Las piezas de Nat me entusiasman, me hacen reir, me hacen
pensar…… su diseño es sencillo, el amor que le pone a cada cosa que hace es
palpable, verla trabajar es un placer.
Así es como, inevitablemente, siento la necesidad de lucir una de sus piezas,
la necesidad de honrar su trabajo. Tenía tiempo queriendo comprar una, pero entre una cosa
y otra nunca había dicho “esta”….. todas me gustan pero hasta ahora, no le había
pedido ninguna en especial. De pronto y sin pensarlo mucho, veo una foto de una
pieza que me encantó, un dije, claro que debo reconocer que los amonites ejercen una
atracción especial; su forma, los colores y sus tonos, ¿qué puedo decir?....
simplemente ME ENCANTAN ¡. Llegó a mi página de facebook y una corriente
eléctrica pasó a través de mi …. “LA QUIERO!”…. ¡ ESA TENIA QUE SER MIA
!!!..... así que rauda y veloz le escribí, no quería perder la oportunidad,
tenía que ser la primera en pedir la pieza, así que active la opción de
mensajes y “CUANTO CUESTA????? COMO PAGO???... ¡ MANDALA !!!!”.
Por supuesto, como vive del otro lado del planeta, yo tenía
que esperar hasta que ella despertara y revisara sus mensajes…. OH DIOS ¡, qué
angustia!, pasan las horas y aún no sabía si había llegado a tiempo ¡….. Espera y espera y espera hasta
que por fin veo el tan esperado 1 en la página…. ¡QUE EMOCION!... la respuesta
era afirmativa, la pieza sería mía, ahora solo esperar que llegue a mis manos,
de nuevo, la espera, que se hace eterna para el que espera, que parece que
nunca va a acabar, que se hace interminable por más días que pasen. En fin, no
tenía más remedio que !ESPERAR!.....
Por fin llegó, por fin veo el sobre con el remitente que
esperaba….. Tomé el sobre entre mis manos y emocionada lo miraba buscando por
donde abrirlo…. Jajajajajaja….. cómo si el sobre fuera ¡ tan importante ¡,
finalmente decido romper aquello y acceder a la cajita, ya está, ante mis ojos
la hermosa pieza tan esperada…….
Los colores y el brillo del amonite son hermosos, el trabajo
del metal me encanta, el pulido de los bordes, la forma en la que el amonite se
mantiene… todo me gusta….. Por supuesto de inmediato lo colgé en mi cuello y me
dispuse a ir a clase.
Me sentía totalmente feliz con esa pieza colgando de mi
cuello pero más satisfacciones me esperaban. Al entrar a clase, por supuesto,
mostré la pieza a mi señorito maestro quien inmediatamente reconoció a la
autora….. Así es, ¡ su marca está en cada cosa que hace ¡.
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