Una técnica de orfebres y el paso del tiempo

A raíz de pasear por los museos en el día internacional de los museos, de leer y ver las maravillas que los indígenas hacían con su creatividad y la tecnología de su tiempo y espacio, me provoca escribir sobre lo que hacemos hoy... jajajajaja, en mi caso, lo que intento hacer....

Estuve leyendo sobre los procesos indígenas al trabajar lo que se conoce como la técnica de la cera perdida, esta técnica consiste en hacer una pieza lo más perfecta posible en cera, para luego de una serie de procesos, obtener la pieza en metal. Me hizo gracia ver que el proceso en esencia es el mismo hoy, 2010, siglo XXI de lo que era antes de que Colón descubriera este maravilloso Nuevo Mundo y aún más atrás......

Digo en esencia porque efectivamente hoy usamos cera con la que modelamos el objeto que deseamos, dándole la mejor forma que nuestras habilidades y herramientas nos permiten, por supuesto tenemos muchas, muchas, muchas herramientas tan sofisticadas como queramos pensar para lograr este objetivo, aún siendo joyeros artesanales......

Luego, ésta pieza cubierta con un yeso especial, en vez de arcilla y carbón, un material que por supuesto ya compramos preparado y listo para vertir sobre nuestra preciada creación.

Una vez bien seco el "yeso", la pieza no va a la hoguera como lo hacían nuestros antepasados sino que pasa por un horno muy sofisticado en el que podemos programar todos los detalles de temperatura, tiempo y demás... todo lo que deseemos según lo que hubiesemos elaborado. Aquí la pieza pasa ocho horas más o menos.

Transcurrido este tiempo, el horno nos avisa que todo está listo y se apaga. En este momento, cruzamos los dedos, tomamos las herramientas y nos disponemos a fundir el metal de nuestro gusto, el que compramos ya listo para fundir sin tener que cavar, ni mojarnos los pies, ni asolearnos la espalda ni etc etc etc...

Bien!, mientras el metal aún está caliente, sacamos el contenedor también caliente del horno para colocarlo en la máquina de vacio o en la centrífuga..... ya que somos joyeros artesanales más o menos como aquellos orfebres indígenas..... y entonces, procedemos a voltear el metal líquido en la pieza de "yeso".

Una vez que el metal se solidifica, rompemos el yeso liberando nuestra maravillosa pieza.

En este punto volvemos a seleccionar entre las múltiples herramientas con las que se puede contar, muchas de ellas eléctricas, para comenzar lo que se conoce como "el proceso de acababo".

Después de razonar todo esto, pasando por imaginar todo el proceso realizado en la mitad del bosque lluvioso, en las alturas de Machu Pichu o en la entrada de los cenotes en Yucatán, agradezco las ventajas que nos ofrece la tecnología a lo siglo XX - XXI y admiro en todo su valor las maravillosas piezas que crearon los indígenas de estas tierras.

Me doy perfecta cuenta de que seguimos representando nuestro entorno en el metal, al igual que lo hicieron los bribri, los aztecas, los incas y muchos más antes que ellos, mucho tiempo atrás. Seguimos usando estas representaciones para indicar poder - clase o nivel social - y tantas cosas más, al igual que en otros tiempos; esto me hace pensar en qué tanto y qué tan poco ha cambiado esta pequeña roca en la que vivimos.

Hasta la próxima vivencia sensacional !

Hg / Mayo 20, 2010