Los masajes en mi vida

Antes de comenzar a hacer joyería, me dedicaba a la profesión de Masajista Profesional, una profesión no muy bien reconocida, especialmente en Latinoamérica, asociada desafortunadamente a actividades de la vida fácil (aunque creo que de fácil no tiene nada), asociación que en mi caso, como en el caso de muchísimos profesionales del área de las terapias físicas, es inapropiada, inmerecida y por supuesto, muy molesta.

En fin, !así es la vida!, sin embargo, debo contarles todas las cosas positivas y maravillosas que me han sucedido durante el ejercicio de esta hermosa profesión, que me permitió ayudar a muchísimas personas enfermas, operadas, estresadas, tristes o simplemente cansadas, que durante los 14 años que tengo ejerciéndola, me han permitido entrar a sus vidas. A ellos, mi más sincero agradecimiento por haber confiado en mi y mis habilidades, por haber permitido que las ayudara, por haber expresado su alegría y su positiva opinión sobre mi labor.

Les cuento que soy una persona de tacto, me encanta tocar y abrazar, creo que la energía que se trasmite en un saludo de manos, en un toque suave en el hombro, en un abrazo cariñoso dice y hace mucho más que cualquier otra cosa, y para comprobarlo basta con recordar que de niños al sentir cualquier dolor físico o emocional, corríamos a los brazos de mamá y nos sentíamos definitivamente mejor. Así es, desde muy joven me incliné por esta idea de los masajes, y debo confesar que tardé mucho en decidirme a ejercerla por la presión familiar, pero nunca olvide ese deseo, ese sueño de dedicarme a esto, cosa que logré muchos años después.

Por supuesto hice mil cosas antes de decidirme a estudiar esta terapia, trabajé en contabilidad, en ventas, como secretaria, como asistente de ingenieros, como profesora de computación, como gerente de educación, en fin, mil y una actividades hasta que cansada de lidiar con las computadores, un día, gracias a un hermoso regalo de una amiga, comencé un curso de masajes relajantes y otro de drenaje linfático manual. Estos cursos fueron de las mejores cosas que me han pasado en la vida, y me han pasado montones de cosas buenas, BUENISIMAS !!!!!!.

En fin, mi primer curso de masajes, como les dije, fue sobre masajes relajantes, gracias a Dios el profesor que me entrenó es EXCELENTE, y con él aprendí mucho sobre anatomía y masajes. Debo decir que la técnica de masajes relajantes que él utiliza ha sido la mejor que he visto y probado en todos estos años, por supuesto, la técnica original mezcla todo lo aprendido por él en los distintos sitios que había visitado y en las experiencias de más de 20 años de ejercer. Actualmente, mi técnica incluye la que él me enseñó más mis propias vivencias, jajajajaja.

El siguiente curso, fue un curso corto sobre Drenaje Linfático Manual, un curso demasiado elemental pero que me abrió la puerta a esta maravillosa técnica, fue el que despertó el gusanillo que ya no me permitió alejarme de la meta de estudiar más. !Gracias Marisela!.

El siguiente curso fue en una escuela formal, donde además de aprender muchísimo sobre anatomía, patologías, fisiología, fisioterapia y mil temas más, pude compartir con un médico ruso, una persona especial más allá de lo que puedo describir, que compartió conmigo y con todos los que nos interesamos en ello, sus experiencias de toda una vida dedicada a ayudar a otros, me regaló grandes momentos dándome importantes consejos y compartiendo sus infinitos conocimientos.

Luego de esto, exploré-aprendí-desarrollé una de mis pasiones, el DRENAJE LINFATICO MANUAL DEL DR. VODDER, una técnica tan especial como efectiva, catalogada dentro del mundo de los masajes, pero totalmente diferentes a las técnicas convencionales. Esta técnica, desarrollada por el Doctor Vodder por allá por los años treinta, es hermosa en su desarrollo, delicada en sus manipulaciones y tremendamente efectiva. Por supuesto, es de las técnicas que me han ofrecido más satisfacciones a lo largo de los años. Les cuento para qué la he usado yo, aunque su campo de acción es muchísimo más amplio, lamentablemente el gremio médico no sin razón, no nos permite hacer todo lo que podemos, especialmente en Latinoamérica, lo que es lamentable porque podríamos ayudarlos a obtener mejores resultados y sobretodo, generar mucho bienestar en sus pacientes. En fin, con el tiempo, tal y como sucedió en Estados Unidos y Europa, se irá conociendo el beneficio de esta técnica y se irá ampliando más el campo de ayuda.

Bien, yo la he utilizado en infinidad de pacientes, con infinidad de condiciones distintas, desde piernas cansadas o hinchadas, várices, estreñimiento, gases, ojeras, rinitis, sinusitis, esguinces, tendinitis, moretes, hasta pos operatorios de oncología, ginecología, obstetricia, cirugía reconstructiva y por supuesto, cirugía plástica. Ahora, lo importante, POR QUÉ?. Pues para decirlo de la forma más simple, el DLM se utiliza porque es la mejor manera de poner a trabajar a nuestro sistema linfático, hacerlo funcionar a su máxima capacidad, fortalecerlo y con ello, fortalecer nuestro sistema de defensa y poner a punto el manejo de los líquidos corporales.

El sistema linfático es un sistema similar, por decir algo, al sistema circulatorio, pero que solo tiene una dirección de bombeo, hacia el corazón; recorre todo nuestro cuerpo tanto en profundidad como en superficie, se compone de vasos de diferentes tamaños y permite manejar toda sustancia que se encuentre en el tejido y que no sea manejada por el sistema venoso, por distintas razones.

Contrario a lo que se piensa, el DLM consta de manipulaciones sumamente suaves, ya que lo que se necesita es estirar la piel (no espachurrarla), con movimientos rítmicamente lentos y con una dirección específica se logra obtener además de una increible relajación corporal, unos excelentes resultados en la recuperación de los tejidos y en la acumulación de líquidos.

Bien!, gracias a esta hermosa técnica, no solo obtuve los mejores comentarios y recomendaciones de mis pacientes y de los doctores con los que trabajé, sino que logré entrar en quirófano, ver lo que los médicos hacen bajo la piel que yo toco. Esta maravillosa experiencia me permitió ayudar aún más a médicos y pacientes, ya que pude saber exactamente lo que sucedía y detectar complicaciones rápidamente. Entrar en quirófano ha sido de las mejores aventuras que he tenido y ojala todos los terapeutas que trabajamos con posoperatorios tuviésemos la oportunidad de ver lo que realmente sucede bajo la piel que tocamos.

Por supuesto, en este corto aunque largo texto, es imposible explicar todo lo que el DLM puede hacer y mucho menos exponer todo lo que NO debemos hacer con él, sin embargo, es un pequeño abrebocas que me permitío expresar mi amor por una de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Posteriormente publicaré más cosas sobre el tema, sobre todas las técnicas que conozco y practico, con la esperanza de animar a todos los que lean a probar, estudiar o simplemente conocer sobre los masajes.

Lamentablemente, no hay muchas escuelas que enseñen esta técnica correctamente y en español, pero vale la pena aceptar el reto de viajar y aprender otro idioma para utilizarla.

La experiencia de los masajes sigue siendo una de mis aventuras preferidas, una de mis mejores vivencias, de las mas hermosas y gratificantes.

Hasta una nueva publicación.

Hg, 23 de marzo 2010